Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, ha dejado claro que no tiene intención de facilitarle la vida al FC Barcelona en la lucha por LaLiga. En una reciente rueda de prensa, el italiano se mostró firme tras el triunfo 'in extremis' contra el Mallorca, afirmando: "El deber de hoy era el de no regalar la Liga. Ellos juegan mañana, en el fútbol todo puede pasar".
El técnico, que se encuentra en los últimos días de su segunda etapa en el club, no escatimó en palabras para defender su legado y el trabajo realizado durante su mandato. "A nivel ofensivo lo hemos hecho bien, pero hemos encajado demasiados goles", comentó, haciendo hincapié en las lesiones que han afectado al equipo a lo largo de la temporada.
Ancelotti también se refirió a la situación de algunos jugadores, destacando la actitud de Vallejo, quien, a pesar de no haber tenido muchos minutos, ha demostrado un compromiso ejemplar. "Me gusta que tenga este final en el Madrid, merecía jugar, pero era complicado", expresó el técnico, quien también mostró su apoyo a Víctor Muñoz, instándole a no desanimarse tras fallar una oportunidad clara en el partido.
Sin embargo, la rueda de prensa no estuvo exenta de tensión. Ancelotti, visiblemente afectado por las críticas, se refirió a la gestión del vestuario y a la falta de equilibrio en el campo, afirmando que "la mano izquierda y el látigo son tonterías muy grandes". Esta declaración parece ser un claro mensaje a quienes cuestionan su capacidad para manejar un grupo lleno de estrellas.
El futuro de Ancelotti en el Real Madrid sigue siendo incierto, especialmente con rumores sobre su posible regreso a la selección brasileña. A pesar de las dificultades, el técnico se aferra a la idea de que su legado en el club no se verá empañado por los problemas actuales. "Defenderé mi legado hasta el último día", concluyó, dejando entrever que su compromiso con el club sigue intacto.
En resumen, Ancelotti se despide de su etapa en el Real Madrid con un mensaje claro: la lucha por LaLiga continúa y no habrá concesiones al eterno rival. La afición espera que el equipo mantenga la competitividad hasta el final de la temporada, mientras el técnico se prepara para lo que podría ser su último capítulo en el banquillo blanco.